Instituciones – Por José Toledo Ordóñez – 10 enero 1999
Columna Cimientos – pepo@guate.net – Redactado para Prensa Libre
Los guatemaltecos nos podemos dividir en dos grandes grupos: los que creemos en las instituciones y los que las atacan de oficio. Para éstos últimos no ha habido un solo gobierno bueno, ni congreso ni organismo judicial; todas las instituciones que los conforman son inútiles y corruptas; hablar mal de ellas es un deporte nacional.
Una institución es alguna cosa establecida o fundada; la institución básica es la familia; se funda normalmente en el matrimonio y la conforman personas que tienen por vínculo el parentesco bajo una autoridad común; tienen deberes y obligaciones recíprocos; en el plano moral, tienen otro tipo de deberes: respeto y obediencia. La familia es la primera organización; es la base de la sociedad; de ella nace el Estado y por ende del poder político.
Jurídicamente hablando, las instituciones son tratados u obras elementales que proporcionan los conceptos en que se fundan las materias que dan origen a los estudios de derecho; el Código Civil, por ejemplo, es una institución de derecho. Sin instituciones no puede haber sociedad.
El problema se da cuando confundimos el actuar de las personas con las instituciones en sí y tratamos de desacreditarlas o destruírlas. No es correcto atacar a la Corte Suprema de Justicia por haber amparado provisionalmente al alcalde de Chinautla; es aventurado acusar al ejército como insitución por el asesinato de Gerardi. También vemos como unas instituciones atacan a otras: la Federación Internacional de periodistas censuró al Gobierno de Guatemala por acusaciones sin pruebas formuladas por el Procurador de los Derechos Humanos. El Código de la Niñez, es otro ejemplo: atenta contra la familia. Cuando el Papa habla de pedir perdón no se refiere a la Iglesia como institución sino a miembros o representantes de la misma.
Ante el caos generado por el autogolpe de Serrano Elías en 1993 se concluyó que no había tiempo para la depuración; la vuelta a la institucionalidad era más importante. El verdadero protagonista fueron los grupos organizados civiles dieron muestras grandes de madurez. Guatemala se convirtió en el primer país latinoamericano que recuperó de un golpe de Estado por medio de una resolución de la Corte de Constitucionalidad.
El rechazo del pueblo a los tres poderes del Estado demostró que la democracia es imperfecta. Nuestras instituciones, si bien están enmarcadas dentro de un régimen de legalidad (lo que dicen nuestras leyes) distan mucho de lo que podría se un régimen de legitimidad (lo que el pueblo quiere). Probablemente concluyamos en que nuestras leyes no son legítimas; pero mientras existan tenemos que respetarlas con la madurez que ya demostramos tener en una oportunidad. Debemos de luchar por un Estado de Derecho.
________
Inserto:
“El problema se da cuando confundimos el actuar de las personas con las instituciones en sí y tratamos de desacreditarlas”.