¿A qué se dedica?
De mecánico automotriz a artista, pasando por economista, periodista, regulador de servicios públicos, activista ambiental y promotor cultural.
¿Cuánto tiempo ha trabajado en su vocación?
Cuarenta años. Comencé como coleccionista de arte moderno guatemalteco. Luego vino la etapa de promotor que duró diez años, haciendo eventos y libros y películas de los grandes valores nacionales. Hace cuatro años y medio tomé la decisión de hacer escultura.
¿Cuál es su técnica?
Uso lámina por mi origen de mecánico automotriz. Corría autos de competencia y los modificaba. A veces incorporo en mis esculturas piezas de automóvil pero no como chatarra, sino dignificadas. El uso de lámina me ha permitido hacer una escultura aérea, novedosa, donde expreso la forma por líneas y planos privilegiando al aire en su eterna competencia con la masa.
¿Qué lo inspira?
El deseo de llevar el caos al orden por medio del arte.
¿Cuál es su definición del arte?
No tiene ningún misterio como muchos lo quieren hacer ver. Nace de la necesidad de los seres humanos de expresarnos. Consiste en representación (la forma estética, lo que vemos) y la expresión (lo que queremos decir). Muchos artistas hacen obra sin mensaje. Es como una chica linda vacía por dentro. No trasciende. Otros que se dicen artistas reniegan de la estética y hacen arte de shock para llamar la atención sin esforzarse. Esto es antiarte. Dios es el artista primario de la naturaleza e hizo el arte para el gozo del ser humano.
¿Qué piensa del arte guatemalteco y la realidad nacional?
El guatemalteco es fan del arte moderno. La academia siempre tendrá su lugar como algo clásico. El antiarte trata de abrirse paso por medio de intermediarios que tratan de hacer creer al público que es tonto si no entiende la basura que les quieren vender. Nació muerto. Mi pronóstico para Guatemala y el mundo es que prevalecerán los antiguos nuevos maestros. Gente que conoce el oficio y le aplica concepto. La vuelta del arte a la ética estética.
¿Cómo podríamos hacer más conciencia acerca de Guatemala y la importancia que tiene el arte en el país?
El arte es un artefacto poderoso para influir en la sociedad como apoyo a ideologías y movimientos de todo tipo. Debe usarse positivamente y en forma responsable. Es igual que un arma: puede usarse para bien, como es el caso defender a la patria, o para mal, como cometer un asesinato.
¿Cómo imagina el arte guatemalteco en el futuro?
Como lo quiero ver. De vuelta a la ética y estética y usado para bien: promover la paz, la reconciliación y lograr que algún día trabajemos unidos positivamente para insertar a nuestro país en la senda del desarrollo. En resumen, que Guatemala sea luz de las naciones.
¿Algo más que desea agregar?
Cualquiera de los jóvenes que ahora me entrevista puede ser artista. Es cosa de tomar una decisión y aplicarse para potenciar los dones que Dios nos ha dado a cada uno en diferentes medidas.