La Paz Nace en Nuestro Interior

La paz es algo que no agradecemos y no apreciamos hasta que la perdemos, como muchas otras cosas que Dios nos da. Hoy le doy gracias por esta tarde.

La ausencia de violencia no necesariamente es una paz verdadera. Para los países que emergen de la guerra no hay paz sin perdón. Los conflictos deben ser resueltos construyendo y no destruyendo, avanzando y no retrocediendo, unidos y no en discordia.

Un antiguo refrán dice  que el perdón no puede cambiar el pasado pero sí el futuro.

Isaac Newton señaló que “los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes”.

Es en nuestro interior donde nacen la paz y la guerra.

Es allí donde debemos construir los pilares de la paz y fundar sobre ellos nuestros hogares. El mayor tesoro que podemos tener es un hogar que vive en armonía.

A partir de allí es que podemos crear la paz mundial.

La paz no es una utopía. Es un sueño realizable.

Solamente con una actitud positiva podemos fundar la estructura de una paz duradera, basada en la verdad, el amor, la equidad, la justicia, la libertad y la solidaridad.

Las sociedades que así lo hacen desarrollan un nivel de tolerancia que les permite enfrentar unidos desastres naturales, económicos y de todo tipo. Cuando la paz florece lo hace también el potencial humano.

Heródoto de Halicarnaso decía que “sólo un tonto puede desear la guerra, y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba; en la guerra son los padres quienes llevan a sus hijos a la tumba”.

El Ángel de la paz es una ofrenda de bendición que hago en nombre de Guatemala. Debe llegar a la mayor cantidad posible de ciudades en el mundo.

Pepo Toledo

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  Expresión de mis Obras
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