Escultura Urbana
No busco la monumentalidad de las piezas por sus grandes proporciones sino por la energía que liberan y la espiritualidad que emana de ellas.
El arte es antes que nada expresión y no forzadamente representación. La expresión y no la técnica es el significado de la obra. Podemos reconocer el estilo en el sentido de una técnica característica, pero al artista lo entendemos por el carácter de sus ideas o la fuerza de sus sentimientos. Todas mis esculturas son maquetas ansiosas por crecer, aspirando llegar a dimensiones monumentales para «dialogar con la luz del día, interactuar con los espacios urbanos y mejorar la calidad de vida llevando el arte a las calles», como bien lo apuntó el maestro Maurizio Colombo.
Con mi escultura pública busco romper paradigmas, romper formatos, expresarme a lo grande con un estilo diferente.
En los museos encontramos letreros que dicen «No tocar» y guardias que constantemente nos llaman la atención cuando en algún arranque de emoción o curiosidad nos acercamos demasiado a una obra.
Nace así mi deseo de hacer arte para las calles, en lugares donde el público pueda interactuar con las obras e incluso tocarlas: Arte para el pueblo. El arte debe salir de los museos y manifestarse en las calles y plazas.
Cito aquí nuevamente al maestro Maurizio Colombo: «Un error en que se ha incurrido en la política en los últimos años es pensar que la cultura está en otra parte, como si fuera la oposición. Sería muy provechoso para nuestra sociedad que las Instituciones de gobierno tuvieran personas que dediquen a la cultura una atención política, al grado de llenar la política de cultura. El esfuerzo ético de llevar la estética a los ciudadanos es encomiable, de elogiar, apoyar y sobre todo continuar y expandir».