Energía Liberada
La energía prisionera y la energía liberada son antagónicas y a la vez fundamentales para que el universo sea un sistema sostenible en el tiempo. Dualidad que se alimenta de la oposición.
El maestro Chillida hablaba de un espacio interior encerrado en el espacio exterior que vemos y palpamos. El espacio vedado, desconocido, que encierra cada obra y que sólo se puede percibir con los sentidos. Energía prisionera, foco de irradiación.
Esto hace __según Octavio Paz__ que las esculturas de Chillida tengan “una monumentalidad que no tiene relación alguna con el tamaño”, a la cual llamó “fuerza de gravitación”.
A Chillida le atraía más el espacio vacío entre la escultura que el espacio alrededor. Pararse enfrente de una de las piezas de Los Peines del Viento es inquietante, perturbador. Tendrás la sensación de que te atrapan. Tal vez por eso Octavio Paz las llamó “trampas para apresar lo inaprensible; el viento, el rumor, la música, el silencio, el espacio”.
Continúa diciendo Paz que en la obra de Chillida podemos percibir su rechazo a la figura humana y la abstracción geométrica. Sus piezas “evocan, más bien, una suerte de Física Cualitativa” que recuerda a la de los filósofos presocráticos. Un mundo que antecede a la historia y la mitología. En este sentido me identifico con Chillida.
En mi serie Bosque Urbano las formas de las esculturas insinúan energía liberada que fluye en múltiples puntos de fuga que desarrollan la obra en la infinidad del espacio. Las piezas Árbol al que le Estallaron las Ideas y Árbol en Expansión son ímpetu sublevado en su máxima expresión, vía de escape de la ausencia, la sombra del viento liberada.
Cuando alguien nos habla de agujeros negros su nombre sugiere un profundo vacío. De acuerdo con Michael Finkel, giran sobre sí mismos como remolinos en el espacio y hay un límite más allá del cual ni siquiera la luz del sol puede escapar a su campo de gravedad. Se alimentan de estrellas colapsadas haciendo aumentar su masa. Fricción y rotación combinadas hacen que las que logran escapar reboten a casi la velocidad de la luz. Los gases expulsados se enfrían y forman nuevas estrellas. De esta forma la galaxia se regenera continuamente pasando de energía liberada a energía prisionera y viceversa.
Termino con la siguiente reflexión: No busco la monumentalidad de las piezas por sus grandes proporciones sino por la energía que liberan y la espiritualidad que emana de ellas.
Pepo Toledo