PREGUNTAS PARA JOSÉ TOLEDO ORDÓÑEZ EN RELACIÓN CON LA RETROSPECTIVA DE SU OBRA QUE PRESENTARÁ EN EL SEMINARIO MEXICANO DE CULTURA
EL ÚLTIMO JUEVES DE AGOSTO DE 2014 EN DISTRITO FEDERAL MEXICANO
__En cuatro súbitos años usted ha participado en por lo menos 25 exposiciones individuales (algunas en Ginebra, París, La Haya, Amsterdam, Washington y el Distrito Federal mexicano), ha hecho 15 esculturas públicas (3 en México, 3 en Estados Unidos y una en Costa Rica) y ahora va de vuelta a México para inaugurar una Retrospectiva. ¿No le parece excesivo? Por menos que eso, aquí y en otros lados, muchos que llevan décadas dedicados a la escultura y otras formas del arte serían capaces de vender su alma al diablo y revendérsela a quien sea…
Nunca imaginé que mi incursión en la escultura sería así de explosiva. Si creyera que lo he hecho en mis fuerzas sería un iluso. A Dios le debo todas las cosas que tengo y que he hecho, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Para los que creemos en Él, de lo bueno nos alegramos y de lo malo siempre sale algo bueno. Al hacer mi primera exposición, artistas que había apoyado muchos años se volvieron en mi contra. Yo ya era conocido en el medio como mecenas y promotor de arte. Me pusieron en las conversaciones de los cafés y en seis meses me posicionaron como escultor, proceso que normalmente lleva diez años, veinte o nunca. Me atacaron tanto que me motivaron a salir del país y proyectarme internacionalmente.
__Es también increíble el que por allá de la década de los noventa del siglo XX lo primero con que uno se encontraba en el aeropuerto Barajas de Madrid, España, era con un poema de Mario Monteforte Toledo esparcido en una de sus paredes más altas. Ahora, lo último que uno ve casi al final de los trámites migratorios en el aeropuerto La Aurora de la capital guatemalteca es el grupo escultórico al que usted bautizó con el vocablo náhuatl Quauhtlemallan. ¿No es esto demasiado literario como para ser cierto, sobre todo tratándose de dos creadores que tuvieron la impeorable suerte de nacer en un país basto como éste?
No creo en las casualidades, sólo en «Diosidades».
__Pero los enlaces intergeneracionales no se quedan en usted y su ilustre tío escritor. Van más lejos en el tiempo. Se remontan a don Roderico Toledo Mattei, quien vivió entre 1838 y 1891. Entre otras confluencias, a él le encargó el presidente García Granados la organización del Correo Nacional y usted fue superintendente de Telecomunicaciones en 1999. Él escribió uno de los primeros libros acerca de geografía de Guatemala y usted publicó Zoología de Guatemala, “la primera obra en su género en Mesoamérica”. ¿No fue usted el primer sorprendido ante este otro hecho literario en su familia?
Más de lo mismo. Mi tatarabuelo Roderico también ingresó a la Sociedad Económica de Amigos del país y yo me gradué de Economista en 1993. Impulsó la luz eléctrica en la capital y yo fui Vice Presidente del Instituto Nacional de Energía INDE (1996-1998) y Presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (2004-2007). Estableció la Policía Nacional y yo fui Comisionado Presidencial para la Reestructuración y Modernización del Sistema Penitenciario. Este paralelismo entre nuestras vidas más de un siglo después es verdaderamente inquietante.
—Una especie de “trinchante” hundido en el cemento por Miró en el centro de Chicago, botellas de cerveza y ceniceros esparcidos por Hirst en Nueva York, narcisas latas de detritus ofrecidas por Manzoni da igual en dónde. ¿Hay arte ahí o sólo otra tomadura de pelo al gusto de consumidores complacientes?
El rey desnudo es un cuento de Andersen. Se refiere a un monarca que cae en manos de dos pícaros que le ofrecen elaborar un traje fantástico, invisible para los estúpidos. El rey salió a la calle desnudo y fue el primero en no admitir que no podía ver el traje. Nadie se atrevió a decir nada, hasta que un niño exclamó: «¡El rey va desnudo!». Esta expresión se usa hoy como una metáfora para referirse a cómo se ve la verdad con ojos inocentes.
Existen grupos de poder dogmatizando sobre lo contrario a lo obvio para defender sus intereses. A la gran mayoría de la gente le disgusta la mayor parte del arte contemporáneo. Cuando un espectador en una bienal dice «esa obra es repugnante» o «no la entiendo» corre peligro de ser tratado como el estúpido que no pudo ver el traje “invisible” del rey. Esta es la forma más elemental de manipular el mercado del arte contemporáneo. Se usan otras más sofisticadas.
__Para Don Mario Monteforte Toledo __quien no tuvo tiempo de ver una obra de usted en un museo__ los museos eran “Cementerios del arte, embalsamadores de culturas, realización de míseros sueños”. ¿Qué dice usted de los museos y qué piensa de lo que nos dejó dicho Don Mario?
Los museos en nuestro medio tienen muy poca afluencia de gente. Adentro encontramos letreros de “No tocar” y guardias listos a llamarnos la atención cuando nos dejamos llevar por nuestros impulsos y queremos admirar una obra de cerca.
Las ciudades no deben contener museos. Los museos deben ser las ciudades. El arte debe salir a los espacios públicos para que el pueblo pueda
interactuar con las obras, sentir la energía que contienen, tocarlas e interactuar con ellas.
—Hay quienes aún no se reponen de que en pleno Museo José Luis Cuevas, en México, DF, usted formuló “un llamado a un nuevo estado de conciencia” e incluso usó la expresión “en el nombre de Dios”. Quizá habría que recordarles que, muchas décadas antes que usted, en su “Decálogo del Artista”, la poeta chilena Gabriela Mistral recomendó sin ningún rubor “Amarás la belleza, que es la sombra de Dios sobre el universo… No hay arte ateo. Aunque no ames al Creador, lo afirmarás creando a su semejanza… De toda creación saldrás con vergüenza, porque fue inferior a tu sueño e inferior a ese sueño maravilloso de Dios que es la naturaleza”. ¿Qué opina de quienes aún no se reponen del susto y de lo que nos dejó dicho la premio Nobel de Literatura?
No le quise llamar manifiesto a mi discurso porque éstos son descalificativos y el mío es incluyente. A pesar de ser un mensaje bastante fuerte en contra de los excesos del Arte Contemporáneo el público lo ha recibido bien; parece que por fin encuentran a alguien se pronuncia en contra de algo que les molesta y que no han logrado definir o nadie se atreve a decir.
Hoy parezco una voz en el desierto pero es así como comienzan los cambios en el mundo.
Donde encuentro diferencias de opiniones es cuando termino declarando en el nombre de Dios que “ese péndulo que es el camino del Arte se detiene e inicia el regreso hacia el arte estético, la verdad y los valores morales”.
Tal parece que la libertad de culto solamente funciona para las minorías ateas. Una cosa es separar a la Iglesia del Estado y otra cosa es sacar a Dios de las instituciones públicas y de todas las actividades sociales y culturales. Una sociedad sin valores morales está condenada al fracaso.
__¿A qué se refiere cuando dice “Renuncio a la estética de la masa y la reemplazo por la estética de líneas y planos”?
El arte es el hombre también. Decidí expresarme con lámina, quizás por mi formación de mecánico automotriz. Privilegio al aire en su eterna competencia con la masa. El resultado es una escultura aérea. La mayor parte de los escultores hacen escultura de bulto, como lo hicieron los griegos en la antigüedad clásica.
__Usted ha publicado por lo menos siete libros, editado alrededor de 24 y apoyado la impresión de muchos otros, además de haber producido largometrajes y documentales. ¿Es de ahí de donde le vienen títulos muy literarios o cinematográficos como Síntesis Neurológica de la Abstracción en el Eterno Conflicto Conceptual entre Percepción y Representación, Arbustos Haciéndose los Interesantes, Árbol al que le Estallaron las Ideas y Nudo Neurológico al Final del Arco Iris, entre otros?
La influencia de mis escritos en mis esculturas es manifiesta. Un buen ejemplo es mi serie Haikais, a la que llamo poemas escultóricos. El concepto en este caso es insinuar y no exponer.
El arte es antes que todo expresión __el mensaje del artista__ y no representación __lo que se ve. En la parte visual de la obra está el estilo, la técnica. Pero al artista lo entendemos por sus ideas y sus sentimientos. De ahí la importancia del concepto. La expresión de la obra es la mejor garantía de que trascienda en el tiempo.
__¿Cuántos ecos de la obra del Maestro Efraín Recinos hay en su obra?
El mayor legado que me dejó mi entrañable amigo Efraín Recinos fue su calidad humana. Modesto, siempre dispuesto a apoyar a otros artistas y enseñar a los jóvenes. Irradiaba cordialidad y nunca hablaba mal de nadie. Fue un privilegio gozar de su amistad. Mi serie Ángeles fue inspirada en el manejo que hacía en los detalles de su obra. La hice para honrar su memoria. La inauguré en el primer aniversario de su muerte.
__¿A qué obedece el que en sus propuestas predomine la presencia de materiales como láminas vírgenes de acero inoxidable, cobre, latón, hierro, madera y piezas de automóviles?
El óxido siempre me gustó por ser un color vivo que evoluciona cada día. El acero inoxidable, el cobre y el latón los escogimos en conjunto con Efraín Recinos después de hacer un recorrido por la ciudad viendo esculturas y murales y el comportamiento en el tiempo de los diferentes materiales. Lo usamos en reproducciones de una versión de La Guatemalita __uno de sus personajes recurrentes__, que hicimos en mi taller. Los uso en mi serie Bestiario y en la serie Ángeles. El uso de lámina y piezas de automóvil vienen de mi primer oficio, mecánico automotriz.
—Cuando en su obra utiliza el color amarillo, ¿es el amarillo de Van Gogh, el de Kandinsky o el de ambos y hacia dónde quiere dirigir a quien recibe ese color en la mirada y en la piel?
El de ambos. Fue el color predilecto de Van Gogh, especialmente en los últimos años de su crisis, cuando pintaba paisajes con cielos tempestuosos. Kandinsky decía que el amarillo representa la locura impetuosa, que no se puede soportar. Me gusta usarlo porque es el color que provoca los sentimientos más encontrados: sol, luz, alegría, entusiasmo, valor, fuerza, pasión , violencia, intensidad, peligro.
__¿En qué sentido se identifica con Chillida?
En cuatro cosas:
Primero, en nuestro gusto por el óxido.
Segundo, en el manejo del espacio. Martin Heidegger nos habla de tres espacios en la escultura: el espacio en que se encuentra, el que la envuelve (la escultura misma) y el espacio vacío adentro (si lo hay). La gran mayoría de los escultores no exploran el tercer espacio. A Chillida le importaba más el espacio vacío envuelto que el envolvente. En mi caso decidí expresarme con lámina. En la mayor parte de mis esculturas voy una dimensión más allá en el tercer espacio __el vacío entre los volúmenes. Llevo la ausencia de forma a su máxima expresión y la masa a su mínima expresión con líneas y planos. Trabajo en el límite del tercer espacio, quizás invadiendo el cuarto.
Tercero, en el enfoque de la energía. La energía prisionera y la energía liberada son antagónicas y a la vez fundamentales para que el universo sea un sistema sostenible en el tiempo. Dualidad que se alimenta de la oposición.
El maestro Chillida hablaba de un espacio interior encerrado en el espacio exterior que encierra cada obra y que sólo se puede percibir con los sentidos: energía prisionera. Octavio Paz se llamó a su obra Los Peines del Viento “trampas para apresar lo inaprensible; el viento, el rumor, la música, el silencio, el espacio”.
En mi serie Bosque Urbano las formas de las esculturas insinúan energía liberada que fluye en múltiples puntos de fuga que desarrollan la obra en la infinidad del espacio. Las piezas Árbol al que le Estallaron las Ideas y Árbol en Expansión son ímpetu sublevado en su máxima expresión, vía de escape de la ausencia, la sombra del viento liberada.
Cuarto, en la esencia de las obras. Dice Paz que en la obra de Chillida podemos percibir su rechazo a la figura humana y la abstracción geométrica. Sus piezas “evocan, más bien, una suerte de física cualitativa” que recuerda a la de los filósofos presocráticos.
__¿Qué le dicen la vida y la obra de dos españoles como Pedro Solveira y Juan José Suárez Losada?
Juan José Suárez Losada es el alma gemela de Mario Monteforte Toledo en La Coruña. Ambos abogados, escritores, críticos de arte, deportistas, amantes de la buena comida, los buenos quesos, el buen vino y las mujeres hermosas. Cuando Monteforte conoció a Juan José Suárez Losada en Guatemala le dedicó un libro con las siguientes palabras: «A mi amigo de hace tantos años a quien acabo de conocer».
El año pasado, de visita en La Coruña Juan José me presentó en Vigo al artista gallego Pedro Solveira. Un solo día bastó para entablar una amistad de años. En su apartamento conocí su obra, la cual me impresionó y a la vez me causó asombro. Encontré importantes coincidencias (no similitudes) con mis esculturas. Allí estaban el orden en el caos, la Geometría Fractal y la fijación por los puntos de fuga. Mi alma gemela a través del abismo de una generación y el océano Atlántico.
__En síntesis, ¿hacia dónde va usted con la realización y la divulgación de su obra y hacia dónde van quienes la observan?
Con mis esculturas pretendo poner un grano de arena en esa batalla de formas en constante cambio, frágil estabilidad y continua transición hacia nuevas formas: El Universo visto en el transcurso del tiempo, el caos y el orden.
Mi exposición insignia Esculturas Peligrosas es portadora de un llamamiento a un nuevo estado de conciencia, __Creacionismo__ donde condeno los excesos del Arte Contemporáneo y propongo la vuelta del Arte a la Estética, aunada a la verdad y los valores morales. Lucho para llevar por medio del Arte el orden al caos.
__¿Qué verán quienes asistan a su Retrospectiva en México?
Verán arte libre, que nace del artista sin influencia de críticos, curadores, galeristas y demás agentes que manipulan el mercado del arte. Arte incluyente, que toma lo bueno de las manifestaciones estéticas de la historia y se aleja de la prisión de los movimientos. Arte cargado de mensaje, realizado en apego a la verdad y los valores humanos.
__La última y nos vamos: usted participó en competencias de autos entre 1969 y 1976. Si alguien le hubiese dicho al final de una de esas carreras que un día usted se subiría a un avión para inaugurar en México una retrospectiva de su obra realizada en cuatro años, ¿qué le hubiese dicho usted?
Que está loco. Dios me cambia de oficio cada cierto tiempo lo cual implica un continuo aprendizaje de la vida. Este ir y venir me ha hecho multifacético. Me inquieta la inactividad. Hago fluir el exceso de energía participando en tres o más actividades o proyectos al mismo tiempo. Mi proyecto de escultura comenzó como un pasatiempo que se volvió muy demandante.
__Ahora sí, la última y nos vamos: ¿desea agregar algo?
A los jóvenes que cualquiera puede hacer esculturas iguales o mejores que las mías. Dios nos dio a todos entre otros el don de la creatividad, pero en distintas medidas. Estos dones se pueden desarrollar. Si no se pudiera no habría escuelas de liderazgo. Sólo habrían líderes natos. De igual forma cualquier persona puede desarrollar su creatividad. Es cuestión de tomar una decisión y aplicarse. No es difícil, pero hay que dedicarle tiempo.
A los viejos, que no hay edad para comenzar algo. Comencé a hacer esculturas a los 58 años.
JL PERDOMO ORELLANA