Los ángeles de Pepo Toledo, figuraciones de luz
La Galería de la Fundación Rozas Botrán presenta a los Ángeles de José Toledo Ordóñez del 20 de septiembre al 18 de octubre del presente año. Los espíritus de luz, que se materializan en esta oportunidad por medio de láminas de acero inoxidable, cobre y latón, han sido concebidos por Pepo Toledo como un homenaje al Maestro Efraín Recinos (Quetzaltenango, 15 de mayo de 1928 – Ciudad de Guatemala, 2 de octubre de 2011), en el primer aniversario de su fallecimiento.
Los ángeles han sido representados como seres alados, aunque se considera que son espíritus invisibles o incluso simplemente rayos de luz que todo lo observan, que pueden aparecer como seres humanos, animales u objetos. Las “alas” de estas criaturas parecen representar el movimiento tenue o enérgico que se percibe alrededor de su aparición.
Pepo Toledo emplea su conocimiento metalúrgico para representar sus más profundas creencias, en este caso, su adhesión indiscutible hacia la paz, uno de los valores más importantes para la convivencia humana. El metal, cuidadosamente cortado, pulido y sellado, refleja infinitos rayos de luz que semejan el delicado revoloteo angelical.
Las criaturas aladas son importantes en las religiones más populares del mundo, como el cristianismo el judaísmo y el islam y también forman parte de otras religiones más antiguas. Las primeras menciones de entes con alas se encuentran en el zoroastrismo, una antigua religión monoteísta. Los sumerios solían representar el espíritu humano por medio de figuras con alas. Los egipcios, griegos y romanos tuvieron diosas y dioses alados.
Asimismo, el budismo contiene el concepto de los “seres iluminados” que se presentan como entes de luz durante la meditación. En el panteón hindú existen entidades luminosas y musicales con alas que ayudan a los humanos en su búsqueda espiritual. En la religión celta eran parte de la vida diaria como guardianes o acompañantes. En las religiones judía, cristiana e islámica los ángeles son mensajeros de Dios. Hoy en día siguen teniendo, y al parecer siempre tendrán, un lugar privilegiado en la vida espiritual del ser humano.
En La galería, los reflejos de las múltiples imágenes de los ángeles de latón, acero y cobre parece que enviaran a los cuatro puntos cardinales el mensaje que está en la mente y las acciones del artista: la tranquilidad que procede del orden y de la unidad de voluntades; la serenidad existente donde no hay conflicto: la paz.
Sabemos que las piezas luminosas serán recibidas con interés y gusto por los amantes del arte que, sin lugar a dudas, serán solidarios con el mensaje que con ellas nos envía el autor.
Jose Rozas Botrán